A por ella a lo sado


Hetero, bdsm, filial-cuñados. En ausencia de su mujer por motivos de trabajo el hombre de la historia practica su tendencia sado con una cuñadita que resulta disfrutar enormemente con su papel de sumisa.

Mi inicio en el sado fue de lo más normal y fuera del tema. Siempre me había gustado ver fotos y esperaba que un día llegara mi oportunidad para probar, pero nunca me imaginé que fuera con la hermana de mi mujer, que a simple vista es muy modosita pero que le encanta ir siempre que puede de fiesta.

Un viernes llegó a casa para buscar unos zapatos de mi mujer, porque se iba de cena con unas amigas y esos zapatos le quedaban muy bien. Me pilló echándome la siesta y no se qué estaría yo soñando que me levanté con el mástil para subir bandera, pero no me desperté del todo porque venia muy deportista y nada llamativa con una camiseta holgada por fuera de un pantalón de chandal. Le indiqué que pasara y que los buscara ella misma, puesto que mi mujer estaba trabajando y tenía para tiempo.

Después de unos minutos sonó el móvil que tenia en la mesita de noche y me acerqué a la habitación a trompicones. Cristina o Cris como la llamo yo, estaba inclinada entre la cama y el armario mirando dentro dejando su culito en pompas.

-Te llaman por el móvil.- Fue lo único que dijo y siguió remenando el armario sin darse cuenta que no me dejaba pasar. Poniéndome de lado la cogí de la cintura y pasé como pude rozando todas mis partes aún en auge por su culo. Mientras pasaba miré al espejo interior de la puerta. Vi como cerraba los ojos y ponía una mueca de satisfacción que siguió un rato después de que ya hubiera pasado.

Contesté la llamada y mientras hablaba por teléfono comencé a calentarme Sigue leyendo